11/11/07

De barro transparente...




Luis Fernández Mota: artesano ceramista de San Juan.
Testimonios de barro transparente…


“En mi trabajo quiero expresar el compromiso con la vida, la conservación de cosas que hemos vivido desde chicos, en cosas que hemos creído, en amigos, grupos… y esto da sensación, al ver mis trabajos, que son como fotos antiguas… esas que remueven sentimientos...” dice Luis Fernández Mota, artesano ceramista de San Juan y (como él prefiere aclarar) albardonero. Y sus palabras son más que acertadas: cuando se vive una de sus piezas murales no hay más que dejarse llevar por la diversidad de rojos y naranjas, texturas y volúmenes que entran y salen para ingresar a otro tiempo. Un tiempo considerado como lejano pero que aún permanece ahí en el interior de nuestro ser y de nuestra tierra; la vendimia, las fincas y sus caseros, la tranquilidad, la siesta, el trabajo permanente y silencioso. Sus trabajos no son para mirar…sino para vivirlos. Como fotos sepia, cada imagen cuenta –como susurrando brisas- historias de personas que Eduardo Galeano definirá como ‘los nadie’. Personas que no tuvieron -y no tienen- posibilidades de sobresalir, de reconocerse como protagonistas o triunfadores de una sociedad que quiere ser innovadora. Personas que dieron y dan la vida por el trabajo de la tierra, del sol sobre la espalda y las manos deformadas por viejas herramientas. Los ‘nadie’ aparecen en la cerámica de Luis: hombres, mujeres y niños con la mirada cansada, arrugas profundas, sonrisas tímidas y espaldas arqueadas del peso de la vida. Cuadros creados en la tridimensión que no descuidan ni el más mínimo detalle…parras con millones de hojas y uvas realizadas grano a grano en arcilla. Luis Fernandez comenzó con teatro callejero, incursionó en el tejido y metal pero eligió la cerámica para decir lo que tenía que decir con su hacer. “Cuando comienzo con la artesanía descubro que tiene otro taller, Luis Uñac (artesano de mi zona) me pasa un poco de arcilla y empiezo con el tema de duendes... y cuando conozco artistas como Arogalli, Cruz, Jorge Cabrera, costumbristas del noroeste argentino descubro la posibilidad de recrear y poder emplear la cerámica para contar lo que sucede en mi región. Detecto el compromiso de las personas frente a la cerámica como herramienta transmisora de lo antiguo, de tradiciones y verdades de nuestra cultura. Ahí decido aportar desde la cerámica, a comunicar socialmente sentimientos...” cuenta Luis.


Resulta increíble ver la delicadeza de los detalles realizados en arcilla. Materia prima natural que se impone en montañas y tierra sanjuanina, barro que dialoga y se somete a los caprichos del artesano. Cuando se le pregunta a Luis por el material de su trabajo, él afirma: “Elijo la cerámica por su plasticidad y adaptación. Siento que es un elemento que tiene más unión con lo antiguo, es uno de los primeros materiales con el que se hicieron cuencos. La cerámica tiene los elementos de la vida: tierra, agua... fuego, madera, aire y el éter...que para mí es el espíritu...”


Luis Fernández se declara autodidacta, trabajador de la arcilla desde hace veinte años y con incansables ganas de investigar la técnica más tradicional como el modelado directo y la cocción en horno a leña.”Estoy tranquilo porque tengo mi banco de arcilla, que no es tan simple y me ha llevado mucho trabajo encontrarla y experimentarla. Estoy en la etapa de descubrir el color natural de esta técnica, es mucha inseguridad… ir probando y ver qué pasa con la pieza y el horno...Pero logro colores y gamas tan sólo con texturas y el horno a leña.”


Si alguien pregunta a Luis como define su trabajo, seguramente mirará en silencio al piso…después buscará complicidad en alguna de sus piezas preferidas y responderá: ‘Vengo de una generación que tuvo que hacer sus juguetes, ahora es como seguir jugando…sigo con el mismo martillo y tenaza de mi infancia, los juegos educan, ahora te desenvolvés distinto pero es como seguir jugando. Estoy entre el arte y la artesanía pero prefiero ser un muy buen artesano y no un artista mediocre. Muchos dicen ‘es arte’, me gusta la idea de hacer arte pero no la de ser artista. Esta actividad acarrea mucho ego, y si te quedás en eso te tapa… y te hace muy mediocre. De tanto en tanto es sano cambiar, hacer otras cosas… sin perder la identidad.’ A Luis se lo ve joven, con esa mirada que chispea de búsqueda y con cuerpo delgado -muy delgado- pero con la musculatura del trabajador de campo y las manos llagosas por el manejo cotidiano de la tierra. Una de las grandes dificultades que tiene que afrontar un artesano sanjuanino como Luis es la de resolver por sus propios medios -y como se pueda- la venta de sus trabajos. Si bien sus piezas murales son reconocidas por muchos como arte más que por artesanía, no integran ningún circuito cultural ni mucho menos un ‘mercado de arte’. “No tengo un espacio para la exposición y venta de mis piezas; – cuenta - el mismo desarrollo de mi trabajo hace muy difícil mover la cerámica. Hago cosas muy grandes, a veces, voy a ferias grandes y organizadas pero uno de los mayores inconvenientes es la falta de medios económicos de un grupo social que no puede adquirir mi trabajo al precio que vale. Entonces termino malvendiendo o valorando poco cada pieza’.


A esto se suma la ausencia de políticas educativas y culturales que valoren y legitimen estas producciones culturales…”las políticas culturales no obedecen a cambios, obedecen a una única idea, a una alineación, estereotipos que vienen impuestos desde afuera” afirma el artesano sin dudar.


Integrar un circuito cultural artístico o un posible ‘mercado de arte’ supone quizás juzgar las producciones desde cánones estéticos específicos o cerrados. O arte…o artesanía. ¿Arte tradicional o moderno…abstracto o concreto ?. Pero esta despiadada necesidad humana de clasificar y etiquetar las cosas del mundo no impide que cada ser que vive las piezas de Luis se sumerja en el tiempo infinito y profundo del goce estético.




Quizás, ser el puente entre lo considerado arte y artesanía es lo que da más valor a este tipo de trabajos. Artesanía no utilitaria, arte no abstracto, popular…de y para el pueblo. El arte popular aquí se expresa en todo su sentido: es fiel testimonio de un tiempo, de una región, de una idiosincrasia sanjuanina que hoy tiene la fuerza para trasponerse en el más transparente de los materiales: el barro.



publicado en Revista D'Ingenio- año 2007

3 comentarios:

Unknown dijo...

Hermano de la tierra.... ES usted una gran inspiracion!!!!! Su labor da fuerza para consolidar en mi pueblo una experiencia parecida en la suya, quiera la vida brindarme la oportunidad de llegar tan alto como usted.


Saludos desde Veezuela

Anónimo dijo...

Los artistas de San Juan hacen trascender este lugar. Ninguna otra actividad ha logrado eso. Bién por Luis Fernández y su talento.

Anónimo dijo...

Perdón. Mi nombre es Antonio Rubia.